miércoles, 16 de junio de 2010

Malas experiencias.

No se a que juego quería jugar, con el chocolate de la Fondue. Le dije, que con las cosas de comer no se juega. Me abandono.




Me pedía que entrara por la puerta de salida. Por supuesto, le dije que no. Se subió las bragas y me abandono por la puerta que habíamos entrado.


Mientras subíamos en el ascensor, se fue quitando la ropa, me maullaba que la violara. ¡Que quieres, que nos pillen! Se volvió a vestir, y premió el botón 0.




Cada vez que la llamaba, me jadeaba durante un buen rato. Hasta que un día le grité, que la llamaba para hablar con ella. No volvió a coger el teléfono.


Se ponía unas medias de reja, por donde las carnes se le escapan tal canelón acuchillado, no pude más que confesar la deshinchazón de mí a libido. Se las quitó e intentó estrangularme con ellas.


Venía hacía a mí de cuclillas, y se le escaparon un par de pedos. Como es normal, eso no hay quien lo supere y mucho menos si luego tienes que actuar sexualmente. Le pedí que se levantara. Resulta, que era una enana, con falda. Y se enojo.



Me propuso atarme a la cama, pero primero dije, guardaré todas las cosas de valor en la caja fuerte. Contestó que no hacía falta, que ya le había roto el plan. Al menos, fui previsor.
 
 
Le gustaba, que la tratara como una vaca. Que la llevara a pastar por la moqueta (¿extraño verdad?), que la dejara mearse en el comedor (suerte que estábamos en su casa) y que finalmente la ordeñara. Como no daba leche, la cambie por una cabra.
 
 
Me insinúo de forma ostentosa, que le comiera el Chichi, me hice el sordo. Me lo rogó… le tuve que decir, que ya había cenado gracias. Y me dejó sin postre.

2 comentarios:

Pequeña Rock and Roll dijo...

JAJAJAJAJAJAJA, NO PUEDO HACER OTRA COSA QUE REIRME!! LA POBRE VAQUITA ME TOCO EL ALMA...JAJAJAJAJA

Sonrisas normales...

Jou McQueen dijo...

Qué profunda tristeza... La cabra solo tiene dos ubres.