martes, 20 de julio de 2010

Calor.

Era una de esas noches de verano en que el calor no te deja dormir. El cuerpo pegajoso, se adhiere a las sabanas como ella a mi no. No corre, ni anda viento, el aire esta parado en una atmosfera cargada, de olores y grados. Hay gente en la calle, los oigo hablar. Durante un rato me distraigo entrando, en sus conversaciones, solo de oído. Soy un espectador inexistente, pero espectador al fin y al cabo. Conciente de lo que sufre el plante, intento mantener el aire acondicionado paro, pero no lo consigo. Por fin duermo o ¿ya dormía? Maldita sensación.

2 comentarios:

Pequeña Rock and Roll dijo...

Te invito, sombra, al aire.
Sombra de veinte siglos,
a la verdad del aire,
del aire, aire, aire.
Sombra que nunca sales
de tu cueva, y al mundo
no devolviste el silbo
que al nacer te dio el aire,
del aire, aire, aire.
Sombra sin luz, minera
por las profundidades
de veinte tumbas, veinte
siglos huecos sin aire,
del aire, aire, aire.
¡Sombra, a los picos, sombra,
de la verdad del aire,
del aire, aire, aire!

Rafael Alberti

Te mando un soplo de aire.

Jou McQueen dijo...

Bonitos versos.
Recibido.
Un slaudo.