¡Fallo!

Empezó, como empieza siempre una relación entre dos persona. Con timidez y a pasos cortos. Siempre… que quieras que sea larga. Si es solo por un ratito, que más da. Era una chica morena, alegre. Al cabo de una semana me abrazó.

Compartíamos demasiadas aficiones, el deporte; en especial ver fútbol, la bici, hacer excursiones, correr, el teatro, viajar, la lectura… la buena comida. Era todo casi precioso, solo nos falta dejar de ser una pareja de amigos, para ser una pareja de novios.

Recuerdo, que pensé, mañana es "Sant Jordi", y es un buen momento para entregarle una rosa como manda la tradición, y decirle, mis más sinceros sentimientos. Esclarecer que de amiga ha sido muy buena, y ahora creo, que sería interesante que lo intentáramos con un paso hacía delante. ¡Fallo!

Así lo hice y fallé. El sonrojo de su cara me advertía de que no se sentía cómoda. Todavía una esperanza rondaba por mi cabeza. ¡Maldito quizás! Sonrío por no llorar y me dijo:
-¡Aún no lo has pillado!
-¡Pillado! ¿El qué?
-¿¡No lo estarás diciendo en serio!?
-¡Pues claro!
-Tal vez pueda ser verdad…
-¡Pues claro que lo digo de verdad!
-¡¡¡Soy lesbiana!!!

De repente el silencio se apoderó de mí, como a veces lo hace el miedo. Desesperado por lo encontrado no me quedó otra que decirle:

-Entonces, invita a una amiga esta noche y los tres, ¡nos lo pasamos bomba!

Todavía no me ha contestado. Ninguna noche han aparecido.