
En España, la mentira no es ya solo, que no parezca mentira, sino que es realidad. La corrupción en todas sus formas es una mentira muy real. Que la ultra derecha condene a los jueces es aunque se considere imposible, verdad. Cruda realidad. Que el presidente del gobierno nos cuente mil y una historias, sobre su gran conciencia social, es verdaderamente una mentira, en cuanto endurece la realidad de las clases más desfavorecidas. Si crea un impuesto con el nombre de Robin Hood, es una verdad muy mentirosa. Y si la oposición dice que ellos lo harían mejor, ya es, la verdad más mentirosa de todas. Lo harían mejor seguro, pero solo, para ellos. Así pues España que ya en si es una mentira, porqué no es una nación sino distintas y muy diversas, con una realidad tapada a base, siempre por los mismos, de mentiras, no le queda más que, de las pocas verdades hacer nuestro futuro. Pero claro está, que si dices la verdad no ganas las elecciones generales. Somos nosotros pues, lo que queremos ser engañados con mentiras muy (demasiado) reales. ¡Viva Camps, Zapatero, Rajoy, Aguirre, el TC y su bendita madre!
Debe ser real que soy un adultero (como todo el reino animal) pero por culpa de la mentira, me tengo que joder (sólo o con una).
3 comentarios:
Mi querido Jou, coincido tanto que,emulando a nuestro estimado Macedonio Fernández, si agregara algo, sobraría. Un abrazo desde esta Argentina del bicentenario$
Mi querido Jou, coincido tanto que,emulando a nuestro estimado Macedonio Fernández, si agregara algo, sobraría. Un abrazo desde esta Argentina del bicentenario$
Gracias Boris, un saludo.
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