Imaginad, que una especie extraterrestre, invadiera nuestro planeta y como dijo Hawking, asaltaran la tierra como cuando Colón asalto América. Todos, seguramente, nos uniríamos, para derrotar a esos Alien.
Esta posibilidad, totalmente racional según el científico, la podemos observar y estar, una mayoría de la población, seguramente mundial, de acuerdo con unirnos para salvar la tierra. Indiferente la etnia, la religión, la procedencia, etc. Todo ese sinfín de desavenencias que ahora nos separan nos daría lo mismo.
Pero si somos, nosotros mismos, los terrícolas, quienes nos peleamos desmesuradamente y por cualquier tontería con guerras realmente sanguinarias, quines por el capitalismo falso o conveniente aquí reventamos de gordos mientras en otro confín pasamos hambre, o quines por evolucionar ¿evolucionar? n(S)os estemos destruyendo nuestro planeta… Qué más nos da. ¡Viva la libertad! Aunque sea para devastar.
Y si, es final de liga y nuestro equipo de futbol, la gana jodiendo al rival eterno, que importa lo que pase alrededor de nosotros, en nuestro mundo, con nuestros terrícolas, si somos capaces de estar en tal euforia durante la celebración, que si un jugador coge el micro y hace un llamamiento a su mujer porque, las niñas que están en el césped, hijas suyas, tienen frío “que por favor les bajé las chaquetas” celebrarlo, igual, con los mismos aplausos y gritos, que con el típico y fácil recurso de “Visca el Barça i Visca Catalunya.” ¿Será que solo se alegran, la afición, por sentir algo común a las celebraciones?
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